De una o dos aguas


Llueve mucho ¿Aún así puedes lucirte con tu techo?


       En nuestro alrededor es muy común ver los techos planos, pues se dejan así ante la posibilidad que en un futuro sea necesario hacer un segundo o tercer piso, (y más en estos tiempos que comprar un terreno sale caro y preferimos construir nuestra propia casa arriba de la de los padres o suegros).

       Sin embargo, mientras llega tan esperada ampliación en vertical, podemos padecer encharcamiento de agua pluvial que se estanca en la azoteas sino tienen desniveles que ayuden al escurrimiento. Esto provoca humedad que comienza a filtrarse, y es por eso que se recomienda la impermeabilización.

      Pero cuando ya no se tiene plan de seguir construyendo, se les puede dar un bonito terminado a los techos, ya sea plano, a un agua o dos aguas.


       Dichos techos, son ideales en zonas donde pueda nevar o llover abundamente en la mayor parte del año, es entonces que se recomiendan que el diseño cuente con una o dos pendientes pronunciadas, firme y con sistema de fijación si hay vientos fuertes.

       El de dos aguas puede ser simétrico o con caídas de diferente pendiente y tamaño. Esto dependerá de los cambios climáticos, pues si es una zona de mucha lluvia conviene elegir una pendiente pronuncia.

  • El material.

       Para elegir el material más adecuado para la cubierta del techo, conviene analizar que tan fácil es adquirirlo en la zona. Por ejemplo un techo de madera, es recomendable si vive cerca de bosques, pues los costos se economizan y resulta fácil el reemplazo.

      La cubierta a dos aguas puede estar hecha de varios materiales: chapa lisa o acanalada, tejas de terracota, madera, placas de cemento, ladrillos, troncos, etc. Las tejas cerámicas y de pizarra son más durables pero también más pesadas y requieren una mayor inversión en una estructura más resistente. Las de madera y metal son más livianas, aunque en el primer caso tienen una vida útil más reducida.

  • El aislante

      Es importante que se tenga una buena aislación para proteger a la vivienda del frío, el calor, la condensación y la humedad. Se puede utilizar lana de vidrio, espuma de polietileno o  poliestireno expandido con película de aluminio, que ayuda a evitar la condensación. Por debajo, en el interior de la vivienda, se pueden colocar paneles de yeso o machimbre.

  • A tomar en cuenta

      Contar siempre con la asesoría de un especialista, nos ayudará en mucho a reducir costos y elegir el material adecuado para nuestras cubiertas. Puede ocurrir que se utilicen clavos, grapas o tirafondos de fijación del tamaño equivocado o que no se usen demasiados, y este tipo de circunstancias puede provocar que el techo no quede suficientemente firme, provocando movimientos, filtraciones o voladuras en temporadas de vientos huracanados.

       Los encastres de cada parte del techo tienen que ser perfectos para evitar problemas, sobre todo en la zona de los encuentros y los desagües.

      Un error constante es construirle una pendiente poco pronunciada, y es por lo mismo que reiteramos, consultar primero como es el clima en la mayor parte del año. Pues de eso depende que nuestro techo se encuentre en óptimas condiciones. Así, con el uso y material adecuado, disfrutaremos el bonito estilo que nuestras viviendas tendrán a simple vista y a la vez, ayudaremos a nuestra vivienda para evitar la concentración de agua en su azotea.



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